actualidad-2El gas licuado de petróleo (GLP), es el segundo combustible más consumido en el Perú y tiene un consumo doméstico muy extendido. Si analizamos la cadena de distribución del mercado de GLP se puede apreciar la importancia de su uso a nivel de hogares: según estimados del sistema de control de órdenes de pedido (SCOP)[1], los productores destinan un 86% de su producción a plantas envasadoras. Estas, a su vez, destinan un 12% a gasocentros, un 14% a consumidores directos y un 58% a locales de venta de GLP envasado (balones de gas para consumo doméstico). Por otro lado, según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) de 2012, casi el 56% los hogares peruanos utilizan GLP como combustible para cocinar con mayor frecuencia, seguido por la leña (28%). Específicamente en Lima, la proporción es de 92.4%.

En los últimos meses se han reportado alzas en el precio del GLP, específicamente del balón de gas de 10 kg, que en algunos distritos de Lima como Magdalena del Mar, La Molina y Santiago de Surco ha llegado venderse por S/. 40. Asimismo, durante la semana, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN) ha informado que el precio del GLP sufrirá una nueva alza en los próximos días a causa de mayores cotizaciones del petróleo, impulsadas por la crisis política egipcia: pasará de S/. 1.45 –registrado a fines de junio– a S/. 1.5 por kilogramo, lo que implicaría un incremento de S/.0.5 (3.5%). Teniendo en cuenta la recordada promesa electoral de 2011 de precios bajos del balón de gas –desde 12 soles y no más de 30–, se comprende el descontento generalizado. Podríamos preguntarnos cómo es que se forman los precios al consumidor. Para esto es necesario analizar la estructura del mercado y cómo este ha evolucionado en el tiempo. Por otro lado, surge la duda sobre si existe algún ente regulador de precios y de qué manera interviene en el mercado. Aquí las respuestas.

La estructura de mercado de GLP ha evolucionado con los años. Antes de 1993, en el Perú existía un monopolio de la empresa estatal Petroperú. Con el paso del tiempo y a través de sucesivas normas que favorecen el libre mercado, actualmente el mercado es oligopólico: la producción de GLP se encuentra altamente concentrada –a causa de las economías de escala– y bajo un productor dominante, una gran envasadora y numerosos pequeños envasadores. Cifras de OSINERGMIN reflejan, por ejemplo, que en el primer cuatrimestre de 2011, PlusPetrol fue la principal productora, con el 81% de la producción total, seguida por Petroperú, con 10%.

A partir de la explotación de los yacimientos de gas de Camisea en 2004, se esperó la creación de un mercado más competitivo de distribuidores por la excesiva oferta. Con esto los precios debieron bajar por la supuesta “guerra de precios” que iba a generarse. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que tanto para producir GLP como para envasarlo es necesario que las empresas tengan economías de escala, debido a los altos costos hundidos involucrados en esta industria. Esto supone una barrera de entrada natural, por lo que no muchos envasadores operan o lo hacen a escalas muy pequeñas en nuestro país, lo que origina precios mayores.

En cuanto al precio del balón de gas, existen varios factores que explican el porqué de su alto nivel. Por un lado, para reducir los precios es necesaria una mayor competencia. Esto no se cumple debido a las barreras de entrada existentes por las economías de escala requeridas en la industria. Por otro lado, los productos envasados se encuentran al final de la cadena de valor, por lo que el precio final incluye tanto el margen de ganancia del productor como del mayorista y el minorista. Finalmente, según un estudio elaborado por PriceWaterhouse Coopers, la concentración geográfica nos dice que ante una mayor dispersión espacial de los consumidores respecto a la concentración geográfica de la industria, los costos de transporte serán mayores, por lo que los precios también lo serán.

Por otro lado, se ha registrado un incremento anual en el precio promedio del balón de gas de 10 kg en la última década: en 2012, el precio fue de S/.35.65, un 28% más que en 2000. A pesar de que los precios de este mercado se determinen por oferta y demanda –Ley orgánica de hidrocarburos N.° 26221/ Artículo N.° 77–, existe un ente regulador encargado de controlar la volatilidad de precios, para evitar que estos salgan de un rango fijado previamente[2]. OSINERGMIN, a través de fondos de estabilización de precios, es capaz de mitigar el efecto de un aumento brusco de estos precios.

Para reducir los precios se debe de promover la competencia y enseñarle a la población cómo conseguir precios más bajos, ofreciéndole información (dónde y quién vende a mejor precio, como pueden conseguirlo, etc.), para que así los productores y envasadores estén obligados a bajar sus precios si quieren seguir en el negocio. Además, debe de incentivarse una mayor conectividad en el país: en la semana se ha mencionado que la construcción de un ducto que permita traer GLP desde Pisco hasta el Callao bajaría el costo entre S/.5 a S/.6 soles por balón. Ya sabemos que la promesa electoral del gas a 12 soles o 30 soles era solo eso, pero haría bien el Estado en impulsar mayor competencia y un comportamiento de los consumidores buscando siempre mejores precios en este mercado. El consumidor es el soberano.


[1] El SCOP es un sistema gratuito y herramienta del OSINERG cuyo objetivo principal es detectar las irregularidades en la comercialización de la cadena de hidrocarburos y combatir la informalidad en la venta de combustibles. Para ello se utiliza un este sistema como medio de validación y monitoreo –automáticos y en tiempo real- de las transacciones de combustibles entre agentes autorizados.

[2] El rango de precio de GLP Envasado en Julio es de S/. 1.59 a S/. 1.65.


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