En medio de un escenario que comprende elementos como el crecimiento poblacional, el eventual cambio climático, las restricciones en el área de tierras cultivables y la escasez del agua, así como una mayor demanda por biocombustibles, el aumento en los precios de los alimentos resulta un tema de suma preocupación y que estará presente en el debate público en los próximos años.

Es precisamente el alza de los precios lo que valida de sobremanera los esfuerzos por incrementar la productividad del agro, la misma que tiene un impacto importante en la reducción de la pobreza -particularmente en economías en desarrollo-. Prueba de ello es la propagación de plantas modificadas genéticamente que han permitido incrementar el rendimiento de diversos cultivos y un ahorro en costos al agricultor -al reducirse el uso de insumos-, como son los casos del algodón y del maíz.

Dicho esto, un ejemplo concreto de los esfuerzos por incorporar los avances de la biotecnología en el sector agro se evidencia en el acuerdo de I+D multianual, sostenido entre Bayer CropScience y KeyGene. El objetivo de Bayer CropScience es ofrecer variedades de semillas personalizadas a los agricultores, de mejor rendimiento y con otras cualidades importantes como la resistencia a la sequía y la eficiencia en el uso del nitrógeno (menor uso de fertilizante). Esto se verá facilitado con el acceso a la tecnología provista por KeyGene y su método de mutagénesis de alto rendimiento, a través del acuerdo entre ambas firmas. De manera inicial, se buscará mejorar las cualidades de cultivos agrícolas importantes como el trigo, la colza (canola), el arroz y el algodón.

Apreciando esta realidad global, es verdaderamente una lástima que regulaciones con falta de análisis técnico como la Ley 29811, de moratoria al ingreso de transgénicos, frustren la capacidad de potenciar nuestro sector agrícola, y que este se vea desfavorecido en un contexto del alza en el precio de los alimentos, por ser menos competitivo y no poder adecuarse a las necesidades globales de alimentos. Esta situación nos traerá problemas, y serios, en un sector que necesita fortalecerse dando uso de elementos como la biotecnología moderna, que científicos peruanos podrían generar para modernizar nuestro agro y favorecer al agricultor más pobre. El Congreso, que fue sorprendido por los dogmas políticos de ONGs antibiotecnología principalmente europeas, no ven aún las oportunidades que estas tecnologías –que sí aprovecharán nuestros competidores- pueden traer a los agricultores y profesionales de la agricultura peruana en el futuro.


Síguenos:

Se autoriza la difusión y reenvío de esta publicación electrónica en su totalidad o parcialmente, siempre que se cite la fuente de enlace : http://www.comexperu.org.pe/semanario.asp

Ingresar su correo electrónico

Únete a otros 98 suscriptores